Si, se inicia con una entrevista solicitando información específica para el registro de la historia clínica y se finaliza con sesión de hipnosis.

En promedio la sesión dura 1 hora.

En promedio se utilizan 6 sesiones, dependiendo de cada persona y según el objetivo terapéutico el numero puede variar.

No, el profesional que usa la hipnosis solo tiene el poder que la persona le otorgue para acceder al inconsciente.

No, en realidad no hay poderes especiales ni el terapeuta dispone de nada diferente a tener una buena preparación y experiencia en el uso de las diferentes técnicas.

No, la mente esta despierta y la persona sabe en cada momento lo que está sucediendo.

No, si esto sucediera la persona entraría en un sueño convencional y despertara cuando lo desee.

No, es importante resaltar que el trance es descriptivo, depende de lo que la persona crea que es la hipnosis.

No, todo ser humano es hipnotizable, lo que sucede es que no todo el mundo reacciona de la misma forma a la relajación o a cualquier técnica de hipnosis. Si la persona no quiere hipnotizarse, la hipnosis no resultará.

No, la experiencia nos demuestra que no se puede hacer que un individuo bajo hipnosis adopte un comportamiento contrario a su moral, religión, costumbres o que ponga su vida en peligro.

No, solo se utiliza de manera terapéutica y con un plan de manejo según motivo de consulta.

No, cada persona tiene características especiales que le permiten generar cambios positivos o negativos.

No, solo se obtiene la información que la persona quiere revelar.

No, si un hipnotizador de show o espectáculo consigue que una persona se comporte como un perro, es porque el sujeto sabe inconscientemente que se trata de un juego. Lo que hay que tener en cuenta, es que ningún hipnotizador debe realizar tratamientos sin tener conocimiento de lo que hace.